martes, 4 de julio de 2017

Cinco años: update.

En realidad han sido tres años desde la última vez que escribí algo en este blog. Y, sorpresa, sigo igual: aún me gusta dejar tiradas las cosas que empiezo... A estas alturas, ya no debería sorprenderme, pero todavía me molesto conmigo misma por ello. En fin. Hoy, 3 de julio de 2017, se cumplen cinco años del suceso más importante de toda mi vida. Hace cuatro años les hablé de eso (aquí). Quisiera decir que todo ha funcionado de maravilla y que hoy en día soy la mujer más feliz del mundo... Pero no. De hecho, los últimos meses he atravesado por una de mis peores crisis existenciales. Me atrevería incluso a decir que me encuentro en el punto más bajo de mi vida. 

Es raro, porque a pesar de que he cumplido muchas metas y (se supone) que he madurado, hoy me siento más basura que nunca. En resumen, desde la última vez que escribí aquí, terminé la carrera, obtuve mi diploma de alemán (yay), me titulé por tesis, comencé un posgrado en Ciencias, conocí nuevos y muy buenos amigos, he aprendido muchísimo y me gusta mucho lo que hago (#YeahBitchScience). La verdad es que esto de la Maestría me consume mucho tiempo, energía y salud mental, pero no lo cambiaría por nada (excepto por ser millonaria y poder viajar feliz por el mundo, quizás). 

Por estas cosas no debería considerarme una persona infeliz, pero sí lo soy. Creo que mucho ha tenido que ver que recuperé parte del peso del que había perdido y me ha costado ser disciplinada y estricta con la dieta y ejercicio otra vez. Naturalmente, me siento toda una fracasada e inútil que dejó ir lo mejor que le había pasado en la vida (o sea, por fin no ser gorda) y eso me estresa mucho, principalmente porque es algo que juré que nunca iba a volver a pasarme, pero heme aquí, odiando mi cuerpo más que nunca antes. Están volviendo todos aquellos sentimientos de frustración, incomodidad y odio que ya les había descrito, pero ahora me siento peor que antes.  

Además, los problemas emocionales siempre los he tenido y siguen aquí, independientemente de mi talla (aunque eso también ha disparado que se hagan más grandes esta vez). Así como lo dije en el post de hace cuatro años, no he vencido mi "timidez" (que mejor dicho aprendí que es más ansiedad social que timidez), cada vez me sigue costando trabajo relacionarme con la gente y abrirme con ellos, incluso aunque sean mis amigos. Mi autoestima está en el hoyo y cavando. Me he alejado de muchas personas porque me considero una persona muy aburrida que no vale la pena, lo que a veces les hace pensar que ya no los quiero en mi vida (perdón, literal, "no eres tú, soy yo"). Por eso mismo también me he dado cuenta de que estoy muy sola. Entre todas las personas que me rodean (que realmente son muy buenos amigos, eso no lo voy a negar nunca), realmente no tengo ninguna relación especial con nadie. Me he llegado a sentir como un amigo ocasional, que no importa realmente si está o no, porque no aporta nada a nadie y que sería mejor no ocupar espacio.  

Quizá mucha gente no se da cuenta porque como buena inadaptada social, me escondo entre mi humor sarcástico y mi actitud de persona mamona sin sentimientos. Es difícil de notar y mucho más difícil de comprender. Sí me pone triste ser tan triste, pero no lo puedo evitar. No encuentro cómo mejorar esta situación, o al menos hacer que esta caída en picada se detenga. Pero mientras, me dedico a seguir mi vida, cumplir mis metas profesionales y a hacer lo mejor que puedo, esperando que algún día sea suficiente. 

Probablemente esperaban que fuera un post feliz de cómo me realicé y triunfé en la vida. Hace cinco años esperaba hoy poder decir que soy la persona más feliz, sana y viva del mundo. No lo cumplí, pero siendo más realista, hoy espero que dentro de cinco años más, por fin haya superado mis obstáculos mentales y al menos no quedarme en este agujero en el que hoy me encuentro.   






miércoles, 1 de enero de 2014

Les propósitos.

Porque la clave no transformarse, si no mejorar lo que ya tengo.

  1. Vivir. 
    De repente comienzo a sentir una inquietud que me dice que me estoy perdiendo de la vida, que no estoy aprovechando mi juventud como se debe. Quiero cambiar eso, siento que necesito salir de ese cascarón que aún me falta por romper, porque es imposible que esté desperdiciando los que podrían los mejores años de mi vida solo porque "me da miedo la gente" o por mis inseguridades o simple flojera. No, no quiero tampoco volverme una yolera andando, pero sí cambiar esas cosas que me hacen sentir inconforme e incompleta.
  2. Cuidarme.
    Esto conlleva muchas cosas, sobre todo el ámbito alimenticio. Estos últimos meses he tenido una caída muy fea donde ya ni me importaba qué le hacía a mi cuerpo, y eso está muy muy mal. La depresión o las circunstancias no son excusa, ya lo sé, por eso tengo que cambiar eso. Implicado está el hecho de que debo bajarle al consumo de alcohol (no es que tome mucho o muy frecuentemente, pero aún así debo evitarlo cuando sea posible; no puedo permitirme esos lujos calóricos y tóxicos, o por lo menos, no tan seguido, je...). También volver a tomar el hábito de no dejar pasar días sin tomarme mis vitaminas... Y bueno, todas esas cositas que sé que he estado haciendo mal que me urge corregir.
  3. Perder los 15kg que me faltan.
    Supongo que va anclado al anterior, pero esto es un propósito que no puede faltar porque estoy en deuda conmigo. La transformación ha sido difícil, y cada vez lo es más, pero tengo que terminar esto bien, porque no llegué tan lejos para hacerlo a medias, ¿no?.
  4. Valorarme más.
    Generar y mantener alta autoestima no es para nada fácil, tampoco es algo que sea permanente o que se logre todos los días. Es 100% seguro que habrá días en los que de plano no te puedas sentir bien contigo mismo, pero quisiera que esos días disminuyan su aparición. Me tiro mierda muy seguido a mí misma, pero estoy consciente de que no se vale. Sobre todo porque, la neta, no estoy tan sarra, tengo cosas buenas con las que debería sentirme feliz.
  5. Ser menos amargada, o por lo menos dejar de aparentar que soy bien mamona porque ahuyenta a la gente y así. 
Y pues, me gustaría agregar cosas como viajar mucho, conseguir novio, comprarme un carro, pero esas ya son cosas que, o no están a mi alcance, o no son tan importantes... (Bueno, viajar sí me gustaría muchísimo, pero no cuento con los medios para hacerlo aún). Solo queda aceptar lo que venga y adecuarse a las situaciones... A esperar qué traen los siguientes doce meses ~

< 2014 >

Canción para este año, para los ánimos y recordarme mis buenas intenciones:



Change everything you are and everything you were, your number has been called. Fights and battles have begun, revenge will surely come, your hard times are ahead... 


martes, 31 de diciembre de 2013

< / 2013 >

Típico post de fin de año, no podía faltar.


Hay mucho qué decir sobre mi año 2013 que se esfuma, pero se quedará por siempre.
Fue un año con muchísimos altibajos, muchos sentimientos de todo tipo, pero sobre todo, muchos cambios.

Estos últimos 12 meses fueron contexto de muchos cambios que sucedieron en mi vida.
Uno de los más importantes fue haber perdido a una de las personas más cercanas a mí, a quien le debo y le deberé muchas cosas que nunca podré pagarle. Pero afortunadamente, no todo fue tristeza. Al contrario, siento que este año crecí mucho como persona y cambié para bien. Desde los cambios físicos que sufrí (todos positivos, claro :p), pero también los emocionales.

Acepto que tuve deslices horribles, sobre todo estos últimos meses del año. Pero tuve también una etapa en la que me sentía bastante feliz porque comencé a ver las cosas de otra manera; aprendí a aceptar la realidad que me rodeaba, pero más que nada, aprendí a aceptarme a mí dentro de ella. Es increíble cómo el mundo cambia para bien cuando comienzas a aceptarte con todo y tus errores. En verdad aprendí a disfrutar más de la vida, porque aunque las cosas no te salgan bien, al final por lo menos tendrás algo de lo cual reírte: tú.

Y sí, ok. Pude haber terminado mejor el año en el aspecto de que no cumplí con los propósitos o planes que me había establecido, pero la verdad, es que la vida nunca, NUNCA va a ser como tú esperas que seas (oh, creo que esta fue la enseñanza más fuerte que me llevo del 2013...). Lo importante es que termino el año tranquila, porque no me arrepiento de nada, disfruté todo lo que hice, bien o mal. Sin culpas, pero sobre todo, con esperanzas y ánimos de cambiar lo que me hace falta en el año que viene.

Si hace un año me hubieran dicho que todo terminaría como terminó, me hubiera costado creerlo porque fue un cambio muy grande. Personas salieron de mi vida y otras nuevas entraron. Para bien o para mal, pero las personas siempre te enseñan algo. Y no queda más que agradecerle a esos que compartieron momentos conmigo este año, porque fueron bastante agradables. Sobre todo mi noche favorita del año: el concierto de The Killers <3 :) jaja.

Aún no me la creo, lo disfruté muchísimo y fui muy feliz, jiji.


Sin más qué decir, creo que con esto termino esta breve entrada. 
Adiós 2013, gracias por todo, fuiste un año importante. Y bienvenido sea el 2014 que promete algunas cosas, pero sobre todo, recibo con las mejores intenciones.



martes, 26 de noviembre de 2013

Y así fue como me quedé sola con mis inseguridades.
Sola con mis miedos.

Quedamos frente a frente y yo ya no tengo a nadie más para culpar, solo a mí.

Es difícil caer en cuenta de que tus límites nunca estuvieron en tu cuerpo, que todos estaban y continúan dentro de tu mente.

Ellos son parte de mí.
Conmigo crecieron y conmigo se quedaron.
Y tengo mucho miedo de no poderlos superar nunca.
Tengo mucho miedo de volver a caer y, esta vez, la caída sea por mi propia culpa.

Tal vez no soy tan fuerte como creí que era.
Tal vez no estoy preparada para algo tan grande.
Qué tonta.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Acht.


“Es obvio que le atraigo.
Pero también le repelo.
Y viceversa.
Por eso somos el uno para el otro y por eso no pasa nada.”