domingo, 23 de octubre de 2011

Loser frustrada.

Típicas mías, que me la paso desperdiciando valiosas horas de sueño en la compu (de las cuales después me arrepiento, claro). Y esta madrugada de fin de semana la invierto viendo una película clásica de la infancia de Disney, como lo hago de vez en cuando (sí, soy bien chila y sigo viendo películas de Disney a mis 18 años, y lo seguiré haciendo D:)

Sin algún motivo en especial, la elegida de la noche fue Hércules. Aunque no se apegue a la verdadera historia de la mitología griega, me gusta mucho la versión de Disney, jaja.

A pesar de lo mucho que me gusten, uno no puede dejar de reprocharle ciertas cosas a las películas. Todos sabemos que, por lo menos la mayoría de las mujeres, se quedaron con la idea de que nuestras vidas serán perfectas y felices el día que un "príncipe azul" se aparezca en nuestras vidas y nos salve de la miseria.
Me excluyo de esto. Nunca me ha convencido la idea de depender de que un tipo me salve para ser feliz, jaja. ¿Y ser una princesa? Qué flojera...

Pero bueno, sí me voy a quejar de que mi vida no sea como en las películas de Disney. Viendo la película, en la escena cuando Hércules le dice a sus papás (adoptivos) que siente que no pertenece ahí, que no está en el lugar correcto, y luego se va a encontrar su destino... Me llegó, por más ñoño y loser que se lea.


Creo que vivo un momento de crisis de identidad. Apenas quiero aterrizar al mundo real por primera vez, pero aún no lo hago porque siento que no estoy en el lugar correcto. Yo también siento que no pertenezco a donde estoy, que estaría mejor en otro lugar.

Estaría padre escapar de mi vida actual, emprender un viaje y encontrar mi destino. O talvez solo encontrarme a mí, con eso me conformo. Luchar contra mis propios mounstros, vencerlos. Convertirme en mi propio héroe. Salvarme a mí de mí misma. Sé que no es imposible, y espero algún día poder lograrlo...

Pero ojalá fuera tan fácil y perfecto como en las películas de Disney...

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