jueves, 7 de noviembre de 2013

La delgada línea entre ser una solterona y ser una forever alone.

"Estás joven todavía, no te preocupes."
"Tener novio está sobrevalorado."
"Ya encontrarás a alguien, te lo prometo."
"No necesitas a nadie para estar completa."
"Es que tú estás muy concentrada en tu carrera."

Y otras mil ocho mil frases cliché que siempre escucho.

Basta, entiéndanlo.

Siempre digo que no me importa no tener novio, o no haber tenido novio nunca, o no gustarle a nadie. Y no es que mienta cuando lo digo, pero en el fondo hay una parte, una pequeña fracción, que duele cuando sabes que estás sola. Es bien difícil vivir sin compararse con tus amigas que a cada ratito se ligan a alguien o que ya han tenido más de una relación seria, en especial si estás en la mera edad en la que "se supone" que deberías estar experimentando cosas así (aunque de hecho, para muchos, llegar a los 20 años sin tener historial romántico ya puede contar como que soy una pobre morra).

Es medio feíto y triste cuando te juntas con tus amigas y las escuchas hablar de sus experiencias y anécdotas y tú no tienes absolutamente nada para aportar al tema, así que nomás te quedas callada y escuchas. O sea, sí, me alegra escuchar que tienen éxito y que las cosas funcionan para ellas, pero cada ocasión se va convirtiendo en una cachetada de la vida que cuando te pega, te grita: forever alone.

No es el miedo a quedarme sola, no es el miedo a no casarme, no es que viva con el deseo ferviente de tener esposo y familia o simplemente tener muchos novios; es el miedo a que me quede sola NO por decisión propia, si no porque nunca tuve la oportunidad de experimentar lo que era compartir la vida con alguien, ¿se entiende? Vivir así solo te lleva a pensar que tú tienes algo mal, que no eres normal; que en este mundo nadie está dispuesto a tratar de conocerte mejor para saber que tienes cosas buenas qué compartir; que posiblemente eres la persona menos interesante del mundo, que nadie comparte tus gustos, o que simplemente no eres para nada atractiva en ningún cochino aspecto. Obviamente eso se refleja en tu autoestima, aunque sea un poquito, pero lo hace. Entonces ahí vas por el mundo, poco a poco más desanimada y a la defensiva, armando una lista de excusas por las cuáles no tienes novio, bromeando y riéndote de ti misma con las demás personas, porque a veces es lo mejor que puedes hacer para que la gente no lo note. ¿Y saben qué es peor? Ver a gente mentirosa, falsa, dramática y puras de esas felizmente enamorada con novio mientras tú andas valiendo ve en este campo. ¿Es porque no soy una "chaparrita berrinchuda"? ¿porque los hombres prefieren a las locas que a alguien como a mí? y asdf.

Ya debería de estar acostumbrada a pasar mis fines de semana sola y no tener a nadie con quién compartir las cosas que me gustaría compartir. Ya me estoy haciendo a la idea de que todo el mundo me ve como una aburrida amargada seria mamona sin sentimientos, o simplemente como "la que nomás está ahí" siempre. Tal vez llegará el día en el que me vuelva inmune a sentirme mal, pero aún no, aún me agüito y no puedo evitar preguntarme "¿Qué chingados tengo de malo? ¿Por qué nadie me quiere?", y a la vez, culparme por ser tan irrelevante y fea y un desperdicio de espacio y materia orgánica. Sí, estaré joven aún, y sí habrá "muchos peces en el mar" y la madre, pero he llegado al punto en el cual de verdad presiento que nunca voy a conocer qué es que alguien se interese por mí y me quiera y pasaré el resto de mis días sola.

(Sé que este escrito se ve bien attention whore, y perdón si esa parece la intención, pero nomás quería expresar que no soy un ente sin sentimientos y que también sufro por dentro por ser una forever alone).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario